“Pará, loco, que este negocio no es para mí”
CÓMO ERA Y CÓMO ES
Hasta hace un tiempo
atrás, bastaba con tener algo de olfato y grandes dosis de perseverancia para
ser comerciante, industrial o prestador de servicios medianamente exitoso, aquel
que tenía un poco de imaginación copiaba o inventaba algo y si se ponía a
hacerlo con esfuerzo y tesón, lograba su objetivo.
Vimos casi siempre
progresar en la industria, el comercio o la prestación de servicios a nuestros
vecinos que no eran ningunos genios, no hacían ningún plan de negocios ni
habían oído hablar nunca del marketing.
Y, sin embargo, les fue
relativamente bien, hicieron dinero, hoy se hace evidente que no es tan fácil
emprender alguna actividad independiente.
Es más: vemos aparecer y
desaparecer a nuestro alrededor gran cantidad de negocios, y tal vez hayamos
tenido alguna experiencia propia.
En las condiciones
actuales en las que se desenvuelve la economía, con poca capacidad de compra
por parte de los consumidores, un negocio exitoso exige de nosotros más
capacidad que la que pusieron nuestros antecesores.
Esta historia me la contó
mi amigo el contador José Iturrioz:
Un día apareció mi amigo Ricardo, con quien
tuvimos el siguiente diálogo:
—José, vos que sos
contador y les llevás los papeles a los comerciantes del barrio, ¿te parece que
puedo estar en condiciones para que un banco me dé un préstamo?
—Sí, Ricardo, vos tenés
una profesión (electricista), casa, auto y estás inscripto en la AFIP y pagás
todos tus impuestos.
Te van a pedir si tu
facturación demuestra capacidad de repago, te van a otorgar un préstamo de
acuerdo con tus ingresos. ¿Necesitás mucho?
—No, cinco mil pesos.
—¿Vas a arreglar tu casa?
Porque si es así, por ahí hablás con el del corralón…
—No, es para poner un
negocio…
—¡Ajá! Y el préstamo es
para completar lo que ya tenés.
—No, yo no tengo más
plata…
—Entonces lo vas a hacer
con algún socio, ¿quién es?
—Sí, lo voy a hacer con mi
hijastro.
—Ajá, ¿y el tiene algún
ahorro?
—No, el socio
“capitalista” soy yo...
—Bueno, me parece que no
estoy entendiendo bien.
¿Vas a poner un
negocio con tu hijastro con solo cinco mil pesos?
—Sí, esa es la idea.
—Vení, sentáte, vamos a
tomar unos mates, contáme…
Entonces, Ricardo me contó
sobre su negocio.
Lo que él necesitaba de
dinero lo invertiría, en su totalidad, para pagar la llave, ya que era un
negocio en funcionamiento y la mercadería en existencia podía abonarla en
cómodas cuotas, etc.
En ese momento le dije que
no estaba planeando bien el negocio.
Primero tenía que tener en
cuenta que no podía seguir con el negocio a nombre del dueño
anterior por un problema de seguridad y, por lo tanto, debía llamar a un gestor para habilitarlo a nombre de él o de la sociedad con el hijastro; para esto debía realizar un nuevo contrato de alquiler, con dos meses de depósito, un alquiler adelantado y gastos de inmobiliaria; además, debía inscribir la sociedad en AFIP, pagar el primer Monotributo, inscribirse en rentas y pagar el anticipo. También, que tendría que comprar mercadería porque el vendedor no le dejaría mucha ya que se la tenía que financiar, etc.
anterior por un problema de seguridad y, por lo tanto, debía llamar a un gestor para habilitarlo a nombre de él o de la sociedad con el hijastro; para esto debía realizar un nuevo contrato de alquiler, con dos meses de depósito, un alquiler adelantado y gastos de inmobiliaria; además, debía inscribir la sociedad en AFIP, pagar el primer Monotributo, inscribirse en rentas y pagar el anticipo. También, que tendría que comprar mercadería porque el vendedor no le dejaría mucha ya que se la tenía que financiar, etc.
Cuando la suma de los
gastos en que debía incurrir llegaba a un total de quince mil pesos, mi amigo
Ricardo dio por terminada la reunión diciéndome:
“Pará, loco, que este negocio no es para mí”.
Razones del fracaso de Ricardo:
- 1)
No conocía los gastos necesarios para comenzar el emprendimiento.
- 2) Quería
pedir un crédito antes de saber cuánto capital necesitaba realmente.
- 3) Desconocía
los aspectos legales y contables del negocio.
- 4) Eligió
un socio por afecto y no por capacidad emprendedora.
- 5) Encaró
un negocio en un rubro que desconocía.
- 6)
Se asustó y no concretó ningún emprendimiento.
Esta nota está extractada del libro 100 maneras de fracasar en un emprendimiento.... y como evitar que vuelva a ocurrir editado por el PARAGUAS CLUB
Ver: para qué sirve un plan de negocios