EL MARKETING SEGÚN DANIEL
Durante la mayor parte de su vida Daniel fue un empleado en una gran empresa.
Cuando ésta, debido a una de las recurrentes crisis, decidió cerrar la sucursal dónde trabajaba, llegó a un acuerdo con la empresa y consiguió una generosa indemnización a cambio de no hacer un juicio por despido.
Tiempo antes había escuchado que los taxis eran una buena y segura fuente de ingresos de tal manera que separó parte del dinero recibido y lo invirtió en la adquisición de dos automóviles y sus respectivas licencias a fin de comenzar el emprendimiento lo antes posible.
Al cabo de varios meses, estaba harto de lidiar con los choferes, con el taller mecánico y con el pago de incontables multas, de manera que decidió liquidar los autos y las licencias por lo que pudiera conseguir ya que estaba entusiasmado con otro emprendimiento que le reportaría tranquilidad y ganancias.
Invirtió lo que le había quedado de los taxis más parte del dinero de la indemnización en el alquiler de un pequeño club para instalar canchas del deporte de moda en ese momento, ...el “PADDLE”.
Al principio las cosas fueron bien pero, lamentablemente la “moda” duró poco y el alquiler del predio le resultaba una carga enorme, entonces decidió cerrar el complejo deportivo, vender las instalaciones y recuperar lo que pudiera.
Una de las cosas que no había perdido, era la fe en su capacidad de generar negocios, y todavía le quedaba una parte del dinero de la indemnización. Se entusiasmó con un nuevo proyecto, decidió alquilar un local y poner un “videoclub”, negocio seguro si lo hay, ya que todo el mundo alquila películas.
El local lo puso en una zona muy poblada y lo surtió con gran cantidad de películas, que le recomendaron los proveedores, ya que sus conocimientos en el tema cine era muy pobre. El negocio se movía, pero no lo suficiente como para dejar alguna ganancia; entre empleados, impuestos, alquiler y otros gastos, a fin de mes tenía que poner dinero propio para sostenerlo.
Comenzó a desesperarse pero no a perder la fé, se quejaba de su mala suerte, le echaba la culpa al gobierno, a la economía, a las empresas proveedoras y a cualquier cosa que se le ocurría, por sus reiterados fracasos y su dinero malgastado.
Un día, se encontró con un amigo en un café y le contó sus problemas. Enrique, un comerciante muy avezado, le preguntó:
Decime, ¿cómo decidiste elegir esos rubros de negocio si no tenías experiencia en esos temas? Bueno-no hace falta- si te fijás son todos negocios que en su momento estaban en auge, yo simplemente traté de seguir la ola.
Pero, por ejemplo- dijo Enrique- mirá tu último emprendimiento, ¿te fijase que en la misma manzana hay otros dos Videos? Que son una competencia seria.
¿Pensaste en hacer un pequeño estudio de lo que podría interesar a tus potenciales clientes? ¿Se te ocurrió diferenciarte de tus competidores y ofrecer otros productos?
- La verdad es que no- porque uno debe aprovechar rápidamente lo que está en el candelero y no hay tiempo para eso- Además ya tengo otra idea que me va a salvar, voy a poner un SPA, estoy seguro que esto va a andar bien….-
ALGUNAS RAZONES DE LOS FRACASOS DE DANIEL
- 1) Inició sus negocios porque vió que otros iguales eran aparentemente exitosos.
- 2) No analizó los potenciales clientes y lo que éstos podrían requerir.
- 3) Desconoció a la competencia, y no hizo nada para diferenciarse.
- 4) No aprendió de sus fracasos anteriores en el momento de iniciar un nuevo negocio.
- 5) Se encandiló con supuestos éxitos de otros y no pensó en emprender algo que le gustara.
- 6) Se embarcó en negocios sin tener conocimientos o experiencia en el tema.
Un saludo cordial y ¡¡hasta la próxima!!!
Leo Socolovsky
